EL ECO DE LA GALAXIA

De nuestro corresponsal en el Sector III.

Según una nota emitida por los servicios de prensa del gobierno regional del Sector III, la repentina fulguración que sufrió una estrella amarilla perteneciente al parque natural del filamento Spaan habría sido provocada. Como ya informó este periódico, a los astrónomos les había sorprendido que una estrella cuya actividad era estable, y previsiblemente lo seguiría siendo durante al menos otros veinte ciclos galácticos, experimentara una inesperada transformación en novoide tras la cual recuperó su equilibrio habitual, al no ser éste el comportamiento normal de las estrellas de estas características.

Se sabe ahora que la perturbación de sus procesos termonucleares se debió no a causas naturales, sino al negligente comportamiento de la tripulación de un carguero, cuyo nombre y matrícula no han sido hechos públicos, que contraviniendo las normas de seguridad se habría desviado de la galactoautopista internándose en el parque natural Spaan, pese a tratarse de una zona de tránsito restringido totalmente prohibida para la navegación comercial.

El carguero, al parecer de la clase Ultra y por lo tanto uno de los de mayor tamaño existentes en el mercado, no sólo se habría aproximado temerariamente a la estrella catalogada como JDF#78*90BBD€%U8, sino que en sus cercanías presuntamente habría procedido a vaciar los depósitos de residuos de los reactores eyectando una importante cantidad de antimateria al espacio la cual, al caer sobre la estrella, provocó su inmediata fulguración. Recordamos a nuestros lectores que la limpieza incontrolada de los residuos de fusión está absolutamente prohibida salvo en las estaciones de reciclaje autorizadas, lo que no evita que algunos armadores desaprensivos inciten a sus tripulaciones a verter los residuos en algún lugar retirado del espacio con objeto de ahorrarse el coste del proceso.

Éste parece ser el caso de JDF#78*90BBD€%U8, aunque en esta ocasión no pasaron desapercibidos ya que el carguero fue detectado infraganti por las patrulleras de vigilancia del parque natural, las cuales procedieron a su detención y traslado a la base policial de Khultirp, a cuya jurisdicción pertenece la estrella afectada. Tal como informa la citada fuente, tras ser interrogados por la policía los miembros de la tripulación pasaron a disposición judicial, quedando retenido el carguero hasta nueva orden. El juez de guardia decretó prisión preventiva para el capitán, el primer oficial y el piloto, dejando en libertad al resto de la dotación bajo la prohibición de abandonar Khultirp salvo autorización expresa, debiendo presentarse en el juzgado en caso de ser requeridos por el juez. Asimismo el gobierno regional ha incoado un expediente informativo a la naviera por si ésta hubiera incurrido en algún tipo de responsabilidad en el incidente.

Como era de temer, aunque JDF#78*90BBD€%U8 ha vuelto a la normalidad y los astrónomos han dado por concluida la crisis, su sistema planetario resultó afectado por el estallido, sobre todo los planetas interiores que han sufrido importantes daños. Principalmente preocupante es la situación en que ha quedado el tercero de ellos y único provisto de vida autóctona, ya que pese a la breve duración de la fulguración su frágil ecología experimentó grandes destrozos perdiéndose buena parte de su rico ecosistema.

Son numerosas las especies animales y vegetales que se teme hayan desaparecido de forma irreversible, aunque los técnicos medioambientales han asegurado que restaurarán todo lo posible de la fauna y la flora anteriores al desastre e intentarán recuperar cuanto material genético puedan de cara a reconstruir las especies perdidas. Por fortuna ninguna de ellas era preinteligente, ya que de haberla habido el presunto delito tendría carácter federal y por lo tanto la acusación sería mucho más grave al acarrear la pérdida de un miembro potencial de la comunidad galáctica.

Otro factor a tener en cuenta es que este planeta cuenta con vestigios fósiles que prueban la existencia de varios episodios de extinciones masivas a lo largo de su vida geológica, por lo que tampoco se ha tratado de un fenómeno singular sino de uno más de los periódicos procesos de reelaboración biológica que tuvieron como consecuencia un nuevo resurgir de la vida siguiendo caminos probablemente más eficientes que los anteriores, afirmando los técnicos que pasado cierto tiempo la vida recuperará su pasado esplendor aunque sea bajo unos parámetros diferentes a los anteriores a la catástrofe.

Lo verdaderamente lamentable es que en esta ocasión la causa que ha provocado la extinción masiva no ha sido natural como en los casos anteriores, sino provocada por una injustificable negligencia y, por lo tanto, evitable. Por esta razón, requerimos a las autoridades la aplicación de la ley en todo su rigor como modo de evitar futuras repeticiones de estas reprobables, incívicas e ilegales prácticas que tanto perjuicio son capaces de causar. Porque si bien en esta ocasión el daño, aunque importante, ha sido relativamente limitado y subsanable a medio plazo, cabe imaginar que en el futuro pudiera ocurrir en zonas más valiosas de la galaxia, con las previsibles consecuencias negativas. Hora es ya de acabar con estos delitos ecológicos que tan poco dicen de la conducta civilizada y respetuosa con su entorno de la inmensa mayoría de la población galáctica.

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Año 2***. La Tierra, calcinada en su totalidad, apenas alberga unos precarios vestigios de vida. Tanto los animales superiores como la inmensa mayoría de las plantas han desaparecido de forma irreversible, pero todavía quedan suficientes seres primitivos, aunque no se trate más que de invertebrados, para garantizar una nueva explosión de vida tal como sucediera en el pasado. Quizá incluso pasado suficiente tiempo vuelva a surgir una especie émula de la extinta humanidad que deberá partir de cero y, probablemente, nunca llegará a saber que ellos no fueron los primeros en dominar el planeta.