Chasco
Emocionado, ET observó como la astronave de rescate aterrizaba majestuosamente al lado de su rudimentaria emisora que, pese a haber sido fabricada con desechos de la primitiva tecnología terrícola, había sido capaz de realizar el milagro. Sus días de destierro habían acabado; aunque se había encariñado con Elliot, no estaba dispuesto a pasarse el resto de su vida rodeado por unos bárbaros salvajes que habían pretendido descuartizarlo para estudiar su organismo.
Pero no pudo penetrar en su interior, puesto que de la escotilla abierta surgió un hierático tripulante que se lo impedía.
-Está usted utilizando una emisora sin licencia y perturbando las comunicaciones intergalácticas, lo cual es ilegal. -le dijo éste- Absténgase de volver a utilizarla, o será sancionado por ello.
Y despegó.
Publicado el 10-9-2007 en el número 176 de Axxón