La verdadera historia de la resurrección de Lázaro
Cuando llegó Jesús a Betania, hacía ya cuatro días que Lázaro yacía en su sepulcro. Jesús, conmovido pues había sido su amigo, pidió que le llevaran a la tumba, que era una cueva tapada con una gran piedra.
Pidió Jesús que quitaran la piedra, a lo cual le respondió Marta, la hermana del muerto:
-Señor, ya hiede, pues lleva cuatro días enterrado.
Jesús respondió:
-¿Acaso habéis dejado de creer en mí?
Quitaron, pues, la piedra, y Jesús gritó con fuerte voz:
-¡Lázaro, sal fuera!
Salió el muerto, ligados con fajas pies y manos, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo:
-Desatadlo y dejadle ir.
Mas en cuando el resucitado se vio libre de sus ataduras dio un gran salto y, asiendo a uno de los que allí estaban presentes, le clavó con fuerza los dientes, operación que repitió con aquellos que intentaron detenerlo, todos los cuales comenzaron a comportarse de forma similar frente los aterrorizados y cada vez más menguantes espectadores, muy pocos de los cuales lograron huir antes de ser atrapados e inoculados con la ponzoña que destilaban los infectados.
Así fue como tuvo su origen la epidemia zombi que en pocos años habría de exterminar a los humanos vivos en la Tierra.
Publicado el 22-2-2016