La verdadera historia de José y la mujer de Putifar
La Voz del Nilo
Diario independiente del
Alto y el Bajo Egipto
ÚLTIMAS NOTICIAS SOBRE EL CASO DE LA MUJER DE PUTIFAR
Tal como nuestro diario ha venido informando puntualmente, el hebreo José hijo de Jacob, un mísero esclavo al que Putifar, jefe de la guardia del Faraón, elevó del polvo honrándole con su confianza al nombrarle mayordomo de su casa, habría traicionado presuntamente a su señor intentando seducir a su esposa, la bella Lota, la cual afirmó haberse defendido de su lascivo ataque pidiendo auxilio a grandes voces, lo que forzó la precipitada huida del servidor dejando abandonado el manto que vestía como prueba de su presunto delito.
Enterado Putifar de lo sucedido ordenó prender inmediatamente a José, que fue encontrado escondido en los jardines de su palacio indecorosamente desnudo, enviándolo a la cárcel donde son recluidos los presos del Faraón. El esclavo encarcelado se enfrenta ahora a una acusación de lesa confianza y traición a su amo y de grave vejación a su ama, las cuales llevan aparejada una larga condena de cárcel e incluso, si el Faraón lo estimara, la pena capital.
Aludiendo a su condición de extranjero que habría violado la hospitalidad de nuestro país, un portavoz del partido Los egipcios primero (LEP) ha exigido que le sea aplicada esta última a modo de escarmiento y advertencia a posibles infractores procedentes de allende nuestras fronteras. Por su parte la asociación Nosotras decidimos, nosotras elegimos (NDNE) ha emitido un comunicado condenando los hechos y reclamando un castigo ejemplar -aunque no habla de ejecución- para el presunto culpable, al tiempo que defienden el derecho inalienable de las mujeres egipcias a ser respetadas por todos incluyendo a esclavos lujuriosos, en base a su eslogan no no es sí.
Interrogado por nuestro corresponsal en Menfis el abogado de oficio del reo, al cual no resultó fácil nombrar por haber rehusado muchos otros defender tamaña felonía, éste manifestó que su cliente había sido víctima de una falsa acusación sin pruebas fehacientes y que fue Lota quien le acosó a él pidiéndole de forma reiterada que se acostara con ella, a lo cual siempre se había negado por respeto a su señor y por temor a pecar ante su dios. Desbordado por su insistencia, y para preservar su virtud -yo soy el casto José, repetía a modo de justificación-, se vio obligado a huir abandonando en su precipitación el manto que lo cubría y que, según afirma, ella le arrebató con sus propias manos.
Mostró nuestro corresponsal su extrañeza ante la insinuación de que una débil mujer hubiera podido despojar de sus vestimentas a un hombre fornido y viril en el apogeo de su juventud, recordándole algo tan evidente como que para llevar a cabo sus intenciones libidinosas el presunto depredador sexual tendría que haberse despojado previamente de sus ropajes, ante lo cual el letrado, en tono dubitativo y poco convincente, defendió su creencia en la inocencia del acusado, al cual estaba dispuesto a defender en el convencimiento de que finalmente la verdad triunfaría; algo con lo que evidentemente todos estamos de acuerdo, por más que una mayoría discrepe con él sobre cual pudiera ser la verdad real de este desafortunado suceso.
En unas declaraciones ante los medios de comunicación el Gran Visir ha afirmado que el reo gozará de todas las garantías procesales durante el juicio tal como determinan nuestras leyes, y los miembros del jurado serán elegidos entre los ciudadanos honrados de los dos Egiptos que demuestren su ecuanimidad de criterio renunciando a dejarse influir por prejuicios de cualquier tipo. Recordó por último que el acusado goza de la presunción de inocencia mientras el tribunal no dicte sentencia firme e insistió en la importancia de no considerar en su contra factores circunstanciales como pudieran ser su condición de extranjero, su naturaleza jurídica de esclavo o el hecho de ser adorador de una deidad ajena a las tradiciones seculares del pueblo egipcio.
Pese a todo, y según todas las encuestas realizadas, una gran mayoría de los ciudadanos egipcios se inclinan por considerar al acusado culpable de los graves delitos que se le imputan, siendo ya centenares de miles las firmas recogidas que manifiestan el rechazo más radical de los egipcios y las egipcias a los comportamientos machistas y a la violencia de género, al tiempo que se suceden las manifestaciones, tanto frente a la cárcel real como en las plazas centrales de las principales ciudades del Alto y el Bajo Egipto, como muestra del grado de indignación de nuestros conciudadanos exigiendo la condena inmediata del antiguo mayordomo en base a la gravedad de las pruebas, insistiendo además en que, en el improbable caso de que José el hebreo fuera declarado inocente, esto supondría una humillación y una indefensión para todas las egipcias.
Evidentemente esto es algo con lo cual estaremos siempre de acuerdo, con la condición de que estas condenas populares no se apoyen tan sólo en meras presunciones o acusaciones de culpabilidad no sancionadas todavía por la justicia. Por ello este diario reitera una vez más su estricto respeto a nuestro ordenamiento jurídico así como nuestro compromiso continuo con una información veraz y contrastada, razón por la cual rechazamos las campañas sesgadas y tendenciosas de algunos de nuestros colegas, cuya falta de escrúpulos les ha llevado a sacrificar todo atisbo de objetividad en aras de unos mayores beneficios económicos de todo punto reprobables, al ser fruto exclusivo de un amarillismo ajeno por completo a la ética periodística, razón por la que confiamos en el buen sentido de nuestros lectores, capaces como lo han hecho siempre de discriminar entre unos y otros a la hora de comprar un papiro.
Pese a nuestros reiterados requerimientos tanto Putifar como Lota han preferido guardar silencio, remitiéndonos a unas declaraciones de su nuevo mayordomo según el cual ambos están tranquilos y confían plenamente en la sabia justicia del Faraón.
Por último, un portavoz de Palacio ha desmentido rotundamente los falsos rumores de que algunos miembros de la colonia hebrea estarían siendo acosados e incluso linchados por hordas incontroladas de egipcios exaltados, asegurando que tales hechos no han existido y que se perseguirá con todo el rigor de la ley a quienes imprudentemente los propalen, castigándoles con dureza por difundir falsos testimonios tipificados como apología de un inexistente racismo en el seno del noble pueblo egipcio.
CRÓNICA DE PALACIO
Según algunas fuentes que solicitaron anonimato, existe preocupación en Palacio por un enigmático sueño sobre siete vacas gordas y otras siete flacas que ha turbado el espíritu de nuestro soberano. Reclamados todos los adivinos y sabios de Egipto ninguno de ellos ha sido capaz de interpretarlo, por lo que nuestro divino Faraón ha ordenado la búsqueda por todo el reino de quien pudiera ser capaz de hacerlo. Seguiremos informando.
Publicado el 27-7-2022