DE MAHOMA, PROFETA DE ALÁ, A RAFAEL ARCÁNGEL,
SECRETARIO PERSONAL DEL DIOS DE LOS CRISTIANOS

Estimado hermano:

Tengo el placer de dirigirme a ti para expresarte el malestar que reina entre nuestros bienaventurados hijos a causa del continuo uso que hacen los fieles cristianos del sobrenombre de Matamoros para referirse al venerable apóstol Santiago el Mayor. Somos plenamente conscientes de que este apelativo es producto de una época pretérita felizmente concluida, y entendemos también que nos encontramos frente a una tradición histórica sumamente arraigada en las culturas occidentales y, en especial, en la española; pero creemos no obstante que se trata de algo perteneciente al pasado y que hoy está completamente periclitado. Por si fuera poco, todos sabemos que en realidad el apóstol Santiago jamás mató a musulmán alguno -difícilmente podría haberlo hecho habiendo vivido como vivió varios siglos antes que yo- siendo toda esta leyenda fruto exclusivo de las supersticiosas fábulas medievales.

Es por ello por lo que, apelando a las relaciones de buena voluntad que caracterizan a nuestras dos religiones, os rogaríamos que dierais las instrucciones pertinentes a vuestro Papa para que procediera a suprimir allá abajo -aquí arriba es obviamente innecesario- este vejatorio trato hacia nuestros fieles sustituyendo tan hiriente calificativo por otros términos más respetuosos a la par que mucho más ajustados a la realidad histórica, tales como Apóstol o Peregrino. Creemos asimismo que el propio Santiago estaría encantado de desprenderse de una vez por todas de tan sanguinario sambenito que, sin consentimiento alguno por su parte, le fuera asignado hace ya tanto tiempo.

A la espera de vuestra respuesta, que no dudamos será positiva, os envía un fraternal abrazo vuestro hermano que lo es:

MAHOMA