Según nos informa nuestro corresponsal en la ciudad de X, el pasado día 7 de diciembre tres individuos encapuchados y ataviados con ropas talares fueron detenidos tras haber cometido presuntamente un atraco en una céntrica sucursal de la conocida empresa informática Y, aprovechando la ausencia de clientes a causa del puente. Provistos de armas de fuego que resultaron ser unas réplicas de juguete, los tres atracadores habrían exigido a los empleados la entrega de la totalidad de los teléfonos móviles, tabletas, relojes inteligentes, gafas de realidad virtual y demás aparatos de alta tecnología que pudieran caber en los sacos vacíos que portaban para tal fin.

Alertada la policía por una llamada anónima, procedió a su detención cuando éstos abandonaban el establecimiento e intentaban huir del escenario de su delito en los camellos que habían dejado esperando en la acera. Una vez conducidos a dependencias policiales fueron identificados como Melchor, Gaspar y Baltasar, también conocidos como los Reyes Magos de Oriente.

Interrogados sobre los motivos que les habían llevado a cometer tan reprobable acción, éstos respondieron que, pese a estar atravesándose por unos años muy difíciles a causa de la crisis económica, cada vez les llegaban más peticiones de objetos de alta tecnología, y había llegado un momento en el que literalmente no les salían las cuentas. Si se hubiera tratado de regalos tradicionales tales como juguetes, bufandas, corbatas o similares, mejor o peor habrían podido capear el temporal, pero estando por medio unos artilugios tan extremadamente caros, la situación había acabado desbordándoles por completo. Y como no resultaba posible, por razones obvias, declararse en suspensión de pagos, ni por cuestiones de cuotas de mercado que dejaran el terreno libre a su eterno competidor, tras múltiples dudas y deliberaciones habían optado por adoptar esta drástica decisión... que de poco les había servido y de la cual se sentían abochornados.

Los policías, por su parte, se limitaron a poner a los detenidos a disposición judicial, decretando el juez de guardia su prisión incondicional sin fianza dada la relevancia de los presuntos atracadores, así como la alarma social que su reprobable acción había provocado.

Asimismo, nuestro corresponsal comunica que, aunque no ha sido posible identificar al denunciante, corren rumores de que un testigo habría descubierto a un Papá Noel, contratado por unos grandes almacenes cercanos para su campaña de navidad, riendo estruendosamente al tiempo que exclamaba a grandes voces: “¡Al fin os he pillado!”. No obstante, según las fuentes policiales consultadas no existe ninguna confirmación oficial de lo anteriormente expuesto.