Cabalgata racista



M es una población de más de ciento cincuenta mil habitantes que forma parte, como es sabido, del área metropolitana de la capital X. Dicen las malas lenguas que no es sino una ciudad satélite de la gran urbe y que carece de cualquier atisbo de vida e identidad propias; pero el ayuntamiento de M niega vehementemente tan artera afirmación al tiempo que se esfuerza en demostrar, a todo aquél que quiera escucharle, que desde que ellos gobiernan la calidad de vida de esta población ha mejorado considerablemente. Y en cuanto al hecho de que la práctica totalidad de sus convecinos se autodefinan como X eños en vez de M eños cada vez que se realiza una encuesta en el municipio, lo interpretan explicando que nadie tiene la culpa de que la provincia y la cercana capital compartan un mismo nombre.

Pero vayamos al grano. Durante las pasadas fiestas de navidad M saltó a los titulares de los periódicos (hay que apuntar que sólo suele hacerlo con motivo de sucesos, a ser posible morbosos) a causa del comportamiento racista que, según el colectivo de inmigrantes de color, había mostrado su ayuntamiento durante la reciente celebración de la cabalgata de Reyes. ¿Cual había sido el grave delito de los honrados munícipes M eños? Pues nada menos que tiznar a una persona de raza blanca para representar al rey Baltasar. Hay que aducir, en descargo de los ediles, que desde tiempo inmemorial (es decir, desde las elecciones de 1979) el papel de los Reyes Magos ha sido desempeñado tradicionalmente por tres concejales elegidos de forma completamente democrática por la totalidad de la corporación; y por azares del destino, que no por discriminación de ningún tipo, nunca hasta ahora ha contado la villa con ningún concejal de tez oscura. Cierto es que en el padrón municipal de M figuran un total de seiscientos cuarenta y siete vecinos de raza negra, pero cierto es también que nadie en el municipio había caído nunca en ese detalle.

Pero como los concejales de M son unos perfectos demócratas y están muy sensibilizados además frente a la oleada de racismo y xenofobia que actualmente azota a nuestro país, asumieron públicamente su error prometiendo que en el futuro no se volvería a repetir tal despropósito; y así, para demostrar su gran aprecio por los seiscientos cuarenta y siete ciudadanos subsaharianos y caribeños residentes en su municipio (orientales y norteafricanos por el momento no hay), a partir del año próximo los tres Reyes magos serán encarnados exclusivamente por M eños de piel oscura aunque, claro está, dos de ellos deberán ir pintados de blanco debido a la necesidad imperiosa de respetar la tradición.


Publicado el 2-2-2007 en NGC 3660