El Presidente de la República Española, en ejercicio de sus atribuciones legales y en aplicación de la ley que establece la supresión de los símbolos monárquicos vinculados al anterior régimen, decreta la extinción de la celebración de la festividad de los Reyes Magos, por ser ésta incompatible con el actual sistema de gobierno.

No obstante, en atención al gran arraigo que esta tradición ha tenido siempre en la sociedad española, así como por su reconocida importancia en la educación de nuestros niños, queda establecido su reemplazo, en la misma fecha del 6 de enero, por la Visita de los Señores Presidentes de la República, los cuales seguirán trayendo regalos a los niños en idénticas condiciones a las anteriores.

Para representar a estos personajes, y en consonancia tanto con la historia española como con el régimen republicano, han sido nombrados Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar en su condición de Presidentes de la Primera República Española, habiéndose desestimado a sus homólogos de la Segunda República Española a causa de las trágicas circunstancias en las que concluyó ésta.

Es de reseñar que, dado que no se deseaba excluir a ninguno de ellos en lo que hubiera supuesto una injustificada discriminación, ha sido necesario incrementar su número de tres a cuatro en relación con sus antecesores. No obstante, dado que no se tiene certeza histórica de cuantos pudieron ser en realidad el Evangelio de San Mateo no especifica su número), y considerando también que en los últimos tiempos Papá Noel se había convertido de facto casi en un cuarto Rey Mago, se ha estimado justificado este cambio, máxime cuando permite también erradicar una tradición foránea ajena por completo a nuestras costumbres.

Asimismo, y por tratarse de un flagrante anacronismo, los camellos de los Reyes Magos y el trineo de Papá Noel quedarán sustituidos por otros tantos coches oficiales.

En la sede de la Presidencia de la República, a 1 de enero de 20**.