Cambio climático



-No cabe duda, el tiempo está cambiando. Cada vez hace más calor, los hielos retroceden en las montañas, los árboles y las plantas florecen antes, los animales emigran al norte, sustituidos por otros llegados del sur...

-No exageres -le rebatí a mi amigo-. El tiempo siempre ha estado cambiando; a un año frío le sucede otro caliente, las sequías se entremezclan con las inundaciones... yo no encuentro nada de particular.

-No te falta razón... -porfió éste con tozudez- pero ahora es distinto. Llevamos ya bastantes años en los que la temperatura siempre supera a la del anterior. Y eso no puede ser casual.

-¿A qué piensas que se pueda deber? -le reté-. Porque, de ser como tú dices, alguna explicación habrá.

-Por supuesto que la hay; los culpables somos nosotros.

-¿Nosotros? -me sorprendí-. ¿Qué es lo que hemos hecho?

-Quemar -respondió con aplomo-. Quemar combustibles de todo tipo y cada vez de forma más intensa. Esto es lo que está calentando el clima.

-No me vengas con tonterías -protesté irritado-. ¿Qué puede tener eso de malo? Se ha hecho toda la vida.

-Precisamente por eso, porque se ha hecho toda la vida -insistió-. Al principio los efectos eran insignificantes, pero con el tiempo se han ido acumulando y... -suspiró fatalista- ahora pagamos las consecuencias.

-¡Venga ya! -exploté; mi amigo es un buen chico, pero bastante obsesivo según en que temas, por lo que en ocasiones puede acabar siendo bastante cargante.

Así pues, deseoso de zanjar una discusión que se me antojaba estéril, le dejé con la palabra en la boca abandonando la cueva.

Al salir al exterior la fuerte luz solar me ha hecho entrecerrar los ojos. Ciertamente es extraño que, apenas avanzada la primavera, hayan desaparecido ya la totalidad de las nubes y, con ellas, también las lluvias, y es extraño también que las pieles me pesen tanto y me den tanto calor. Pero que un año, e incluso los últimos años, hayan sido excepcionalmente cálidos no es razón suficiente para argumentar que el clima esté cambiando, y todavía menos para pretender que las culpables de ello sean nuestras fogatas. ¿Qué pretenden los defensores de esta absurda teoría, que comamos la carne cruda, que nos atenace el frío en invierno y que ni tan siquiera podamos utilizarlas para protegernos de los merodeadores nocturnos? ¿Debemos renunciar a lo que sin duda ha sido el mayor avance de la humanidad retornando voluntariamente a la barbarie?

Están locos, rematadamente locos, y lo único que lamento es que hayan conseguido engañar al bueno de Hug. Por fortuna nadie más en la tribu les hace el menor caso, pero corren rumores de que el jefe de uno de los clanes que viven más allá de las montañas intentó prohibir el uso del fuego entre los suyos... lo que le costó el mando y, casi, la cabeza. El peligro estriba en que el ejemplo cunda y las tribus acaben viéndose privadas de sus innegables beneficios. Por fortuna nuestro jefe se ríe cada vez que oye decir esas majaderías, pero ya empieza a ser viejo y Hug no oculta sus deseos de sucederlo en el mando.

Sin embargo, no deja de ser cierto que algo sí ha cambiado... hace mucho ya que en nuestro territorio no se ve ningún mamut, y también han desaparecido los osos de las cavernas -lo cual no se puede considerar perjudicial- e incluso los rinocerontes lanudos. Pero lo más sorprendente de todo ha sido sin duda la aparición de esas extrañas tribus procedentes del sur, aunque en realidad nadie sabe de donde vienen, ridículamente delgados y espantosamente feos con sus caras chatas, sus frentes planas y su mentón prominente; esmirriados además en comparación a nosotros, aunque hay quien dice que el calor les beneficiará en la medida que a nosotros nos está perjudicando, por lo que a los defensores del cambio climático les ha faltado el tiempo para amenazarnos con que, si no lo atajamos a tiempo, acabaremos siendo suplantados por estos advenedizos. ¡Cuando cualquiera de nosotros les podría partir en dos con las manos desnudas!

Pero el calor empieza a apretar, así que volveré a la cueva a quitarme las pieles antes de salir de caza...


Publicado el 10-6-2016