Creación inconclusa



El primer día creó Dios los cielos y la tierra.

Dijo Dios:

-Hágase la luz.

Y se hizo la luz, que separó de la oscuridad. Y vio Dios que la luz era buena.

El segundo día dijo Dios:

-Haya un firmamento en medio de las aguas y sepárense las aguas del cielo de las de la tierra.

Y vio Dios que era bueno.

El tercer día dijo Dios:

-Agrúpense las aguas bajo el firmamento y emerja lo seco separándose los mares de la tierra.

Y vio Dios que era bueno.

Dijo entonces:

-Broten de la tierra hierbas y árboles, cada uno con su semilla y su fruto.

Y vio Dios que era bueno.

El cuarto día dijo Dios:

-Haya en el firmamento dos luceros para separar el día de la noche, y háganse las estrellas.

Y vio Dios que era bueno.

El quinto día Dios tenía planeado crear las aves y los peces y el sexto los animales terrestres y el hombre, este último a su imagen y semejanza, para que todos ellos poblaran la tierra y los mares procreando y multiplicándose. Pero ese día Dios se levantó aburrido, por lo que deseó descansar.

Pero como le disgustaba desperdiciar todo lo que ya estaba creado, dijo:

-Hágase la Evolución.

Encargándole que terminara ella la Creación.

Y vio Dios que no era demasiado bueno, pero ya no tenía remedio. Así pues, se conformó con los resultados mientras se dedicaba a disfrutar con placeres que, por su propia naturaleza, eran divinos.


Publicado el 8-8-2023