Familia de cohetes lanzadores construidos por la ESA, bautizados con el nombre (en francés) de Ariadna, la heroína mitológica hija de Minos, rey de Creta, que ayudó al héroe ateniense Teseo a internarse en el Laberinto para matar al monstruoso Minotauro. Básicamente se han utilizado para poner en órbita satélites artificiales, teniendo la posibilidad de lanzar varios con un único cohete, lo que abarata considerablemente los costos. Todos ellos son lanzados desde la base de Kourou, en la Guayana francesa.

La primera generación, el Ariane 1, tuvo su primer vuelo de pruebas el 24 de diciembre de 1979. Con un total de tres estapas, tenía una altura de 47,4 metros y un diámetro de 3,8, y podía poner en órbita estacionaria un satélite de 1.850 kilos. El 10 de septiembre de 1982 realizó su primer vuelo comercial, y tras un total de once lanzamientos exitosos, el último de los cuales fue el 22 de febrero de 1986, fue sustituido por los Ariane 2 y 3. Entre sus logros, cabe reseñar el lanzamiento de la sonda Giotto y el del primer satélite Spot.

El Ariane 2 era una versión mejorada y algo mayor -49 metros- del anterior. La carga útil que podía transportar era también mayor, 2.175 kilos a la órbita estacionaria. En total se realizaron seis lanzamientos de esta versión, el primero -fallido- el 30 de mayo de 1986, y el último el 2 de abril de 1989.

El Ariane 3, más que un sucesor del anterior, fue un competidor, puesto que el desarrollo de ambos fue paralelo y su primer vuelo comercial precedió incluso al de su hermano, ya que tuvo lugar el 4 de agosto de 1984. Se diferenciaba de éste principalmente en la adición de dos motores auxiliares en la primera fase, lo que le proporcionaba un incremento de potencia adicional, y en otros detalles menores. Debido a ello su capacidad de carga era superior, alcanzando hasta los 2.700 kilos en órbita estacionaria. Tuvo un total de 11 lanzamientos, el último el 19 de julio de 1989.

La siguiente versión, el Ariane 4, fue mucho más exitosa que sus predecesoras. Seguía teniendo tres etapas, pero éstas habían incrementado notablemente su potencia. Además era más versátil, puesto que dependiendo de la carga podía adoptar hasta seis configuraciones diferentes añadiéndole propulsores adicionales o incluso una cuarta etapa, lo que le permitía transportar hasta un máximo de casi cinco toneladas de carga útil, en un único satélite o repartida entre varios. También aumentó su altura, alcanzando los 58,4 metros. Su primer lanzamiento tuvo lugar el 15 de junio de 1988, y el último el 15 de febrero de 2003. En total contó con 116 lanzamientos entre todas las versiones, con tan sólo tres fracasos, lo que le convirtió en uno de los lanzadores más seguros y fiables de todos los existentes en esos años.

El Ariane 5, último modelo de la familia por ahora, supuso un gran salto en potencia, con una capacidad de transporte de hasta 20 toneladas en órbita baja o 10 en órbita geoestacionaria. Con unos 50 metros de altura y un diámetro de 5,4, su principal característica externa es que el cohete principal cuenta con dos cohetes auxiliares laterales, lo que le da un aspecto hasta cierto punto parecido al del transbordador espacial en el momento de su despegue. Al igual que el Ariane 4 también cuenta con varias versiones, lo que le dota de una gran versatilidad. Su primer vuelo de prueba, el 4 de junio de 1996, fue un fracaso por culpa de un error informático, y el segundo, el 30 de octubre de 1997, tampoco resultó satisfactorio. Habría que esperar al tercero, el 21 de octubre de 1998, para poder culminar la misión de forma exitosa. Estos dos fallos provocaron un considerable retraso en el programa, aunque finalmente pudo tener lugar su primera misión comercial, el 10 de diciembre de 1999, con el lanzamiento del satélite de observación de rayos X Newton. A partir de ese momento, y hasta el presente, el Ariane 5 cuenta con más de sesenta lanzamientos, de los cuales tan sólo cuatro resultaron fallidos, dos de ellos de forma parcial.

Aunque durante la euforia de la construcción de la Estación Espacial Internacional se designó al Ariane 5 como el cohete impulsor del nonato transbordador espacial europeo Hermes, el proyecto fue finalmente desestimado. Lo que sí hizo, el 9 de marzo de 2008, fue poner en órbita el Jules Verne, la primera unidad del carguero espacial europeo, un vehículo no tripulado diseñado para reabastecer de suministros a la Estación Espacial Internacional, lanzando asimismo al resto de los cargueros espaciales europeos que fueron enviados al espacio en años sucesivos.