Cráter de impacto



También llamado cráter meteórico, es el producto del impacto de un cuerpo menor (meteorito, cometa o asteroide) sobre la superficie de un astro de mayor tamaño. Suelen ser circulares, están rodeados por una corona montañosa y frecuentemente presentan también una montaña central.

Los astros del Sistema Solar carentes de atmósfera, tales como la Luna, Mercurio, la mayor parte de los satélites o los asteroides, están literalmente cubiertos de cráteres, salvo en las superficies geológicamente jóvenes, como ocurre en Ío o en Europa, ambos satélites de Júpiter. Por tal motivo, la densidad de cráteres es un buen índice para evaluar la edad de un terreno, tanto mayor cuanto más antiguo sea éste.

La presencia de atmósfera mitiga, aunque no elimina por completo, la existencia de cráteres. Esto se debe a dos fenómenos. Primero, porque muchos meteoritos, en especial los de pequeño tamaño, se queman en ella sin llegar a alcanzar la superficie. Y segundo, porque la erosión acaba borrando los rastros de los cráteres antiguos. No obstante, se han descubierto restos de antiguos cráteres tanto en planetas con atmósferas tenues, como por ejemplo Marte, como en planetas de atmósfera densa como la Tierra, siendo probablemente el más famoso de ellos el cráter Meteoro, en Arizona.


Publicado el 6-8-2009