Velocidad de escape
Velocidad mínima a la que un objeto puede escapar a la atracción gravitatoria de un cuerpo en el espacio, la cual depende del tamaño y la masa del astro en cuestión. Un objeto (por ejemplo un cohete) lanzado con una velocidad inferior a a velocidad de escape volverá a caer sobre la superficie. Una velocidad igual a la de escape conseguirá ponerlo en órbita, mientras velocidades superiores lo alejarán del mismo.
Para la Tierra, la velocidad de escape tiene un valor de 11,2 kilómetros por segundo. En la Luna es de 2,37 kilómetros por segundo, muy inferior a la de nuestro planeta pero suficiente con creces para impedir que un astronauta se pusiera en órbita dando inadvertidamente un salto. La velocidad de escape es de 4,32 km/s en Mercurio; 10,15 en Venus; 5,07 en Marte; 59,5 en Júpiter; 35,5 en Saturno; 21,3 en Urano; 23,5 en Neptuno, y 1,22 en Plutón. La correspondiente al Sol es, obviamente, muy superior: 616 km/s.
En el otro extremo, los satélites y asteroides de pequeño tamaño (apenas unas decenas de kilómetros e incluso menos en muchos casos), tienen unas velocidades de escape muy reducidas al ser muy pequeña su masa.
Evidentemente en los astros supermasivos, como las estrellas de neutrones o los agujeros negros, la velocidad de escape alcanza valores increíblemente elevados. De hecho, en estos últimos llega a superar incluso a la velocidad de la luz, con lo cual de lo mismos no puede escapar la menor radiación, luminosa o de cualquier otro tipo, lo que explica su nombre.
Publicado el 1-10-2009