Saturno



Planeta del Sistema Solar, sexto en orden de distancia al Sol y segundo por el tamaño, después de Júpiter. Al igual que éste y que Urano y Neptuno, es un gigante gaseoso (es decir, no tiene superficie sólida tal como se entiende habitualmente) y su composición es principalmente de hidrógeno y helio, por lo que se le puede considerar asimismo un aborto de estrella que, por falta de suficiente masa, no llegó a iniciar en su interior los procesos de fusión nuclear característicos de éstas.

Su distancia al Sol es de unos 1.400 millones de kilómetros, tardando veintinueve años en recorrer su órbita. Su período de rotación es de unas 10 horas y media. En cuanto a sus datos físicos, su diámetro es 116.400 kilómetros, su volumen equivale a 763 veces el de la Tierra y su masa es 95 veces superior a la de nuestro planeta. La gran diferencia existente entre la proporción en volumen y en masa indica que su densidad media es muy baja, inferior incluso a la del agua (concretamente de 0,7 gramos por centímetro cúbico) la menor de todos los planetas gigantes.

Actualmente se conocen al menos 146 satélites de Saturno, en su gran mayoría descubiertos en estos últimos años. El mayor de ellos es Titán, el más grande del Sistema Solar junto con Ganímedes, mayor incluso que Mercurio con un diámetro de 5.100 kilómetros. Otros satélites de tamaño importante son Mimas (400 kilómetros), Encélado (500 kilómetros), Tetis (1.000 kilómetros), Dione (1.100 kilómetros), Rea (1.500 kilómetros), Hiperión (360 kilómetros) y Japeto (1.400 km).

Los satélites restantes son todos ellos de pequeño tamaño. Un primer grupo está formado por los satélites pastores, llamados así porque pastorean a los corpúsculos que constituyen los anillos, entre los cuales se sitúan sus órbitas. Son los siguientes: S/2009 S1, Pan, Dafne, Atlas, Prometeo, Pandora, Epimeteo y Jano. Estos dos últimos comparten órbita intercambiando periódicamente sus posiciones respectivas sin llegar a chocar entre ellos, por lo que se les suele denominar satélites coorbitales. A ellos hay que sumar otros tres más, descubiertos en 2004, cuya existencia todavía no ha sido confirmada.

Un segundo grupo de satélites menores son los alciónides, los cuales describen órbitas exteriores a los anillos e interiores a las de los satélites mayores: Egeón, Metone, Antea y Palene. Por último tenemos los cuatro satélites troyanos: Telesto y Calipso, troyanos de Tetis, y Helena y Pólux, troyanos de Dione.

Durante un siglo largo Febe, descubierto en 1898 por William Pickering, fue el más alejado de los satélites de Saturno y el único conocido de los que forman su complejo sistema exterior situado más allá de la órbita de Japeto, el satélite mayor más externo. También de pequeño tamaño (poco más de 200 kilómetros de diámetro), describe una órbita muy excéntrica, inclinada y alejada de Saturno (su radio orbital es de casi 13 millones de kilómetros, cuando el correspondiente a Japeto es de sólo tres millones y medio), presentando además movimiento retrógrado; tal como sucede con otros satélites irregulares de los planetas gigantes, se cree que pudiera tratarse de un asteroide capturado por la atracción gravitatoria del planeta.

La mayoría de los satélites descubiertos entre 2000 y 2023, todos de pequeño tamaño, describen órbitas similares a la de Febe e incluso más alejadas, estando agrupados en tres familias distintas cada una de las cuales presenta características orbitales propias. Para ellos se ha seguido el criterio de otorgarles nombres ajenos a la mitología clásica (excepto, claro está, Febe) concretamente de la mitología inuit (esquimal) a la primera de estas familias, de la germánico-nórdica a la segunda y de la gala a la tercera, lo que ha enriquecido la onomástica del Sistema Solar con unos nombres tan exóticos como en ocasiones poco menos que impronunciables. Para los nuevos satélites del sistema interno, por el contrario, se ha seguido sigue respetando la nomenclatura tradicional, tomada de la mitología griega y más concretamente del ciclo de los titanes.

Aunque la existencia de anillos en torno al ecuador es un fenómeno general de los cuatro planetas gigantes, los anillos de Saturno son con diferencia los más espectaculares de todos ellos, y los únicos que son visibles con unos simples prismáticos. Los anillos agrupan toda la materia que no se pudo agregar en satélites de cierto tamaño debido a que se encuentran por debajo del límite de Roche, aunque las sondas espaciales Voyager descubrieron la existencia de los satélites pastores anteriormente citados, todos ellos de pequeño tamaño, en el interior del sistema de anillos de Saturno.


Publicado el 19-9-2009
Actualizado el 27-9-2012