Astronáutica
La definición que da el diccionario de la Real Academia de la astronáutica es la siguiente:Ciencia o técnica de navegar más allá de la atmósfera terrestre.
En cuanto a su etimología, corresponde a la unión de dos términos de origen griego: Astro -estrella- y Naútica -arte de navegar-. Así pues, una definición más literaria del término sería la de Arte de navegar por las estrellas... aunque ciertamente todavía queda mucho para ello, por lo que habría que reformularlo como Arte de navegar por el espacio, entendiendo que el radio de acción actual de la astronáutica no excede de las distintas regiones del Sistema Solar, tanto el espacio que comprende éste como los distintos astros que lo pueblan.
Asimismo, se llama también astronáutica a la tecnología necesaria para la construcción de los artefactos y vehículos -cohetes, satélites, sondas, cápsulas, estaciones espaciales...- utilizados en la exploración del espacio, aunque desde un punto de vista estricto se trataría de dos términos distintos, eso sí, estrechamente interrelacionados.
La astronáutica es una disciplina reciente, ya que sus orígenes tan sólo se remontan, en el plano teórico, a las primeras décadas del siglo XX con los trabajos de Pedro Paulet, Konstantin E. Tsiolkovskyo Hermann J. Oberth, mientras el primer cohete de la historia fue construido por Robert H. Goddard en 1926. Posteriormente durante la II Guerra Mundial Werner von Braun sentaría las bases de la astronáutica moderna, siendo el responsable en los años posteriores al conflicto del programa espacial norteamericano mientras al frente del ruso se encontraba Sergei Korolev.
No obstante, el inicio oficial de la astronáutica tal como la conocemos es el 4 de octubre de 1957, fecha en la que los soviéticos lanzaron al espacio el primer satélite artifical de la historia, el Sputnik 1. A partir de entonces los avances se desarrollaron a un ritmo frenético incitado por la pugna entre las dos superpotencias sumidas entonces en la Guerra Fría, de modo que el primer vuelo tripulado lo realizó el cosmonauta ruso Yuri Gagarin el 12 de abril de 1961, mientras los astronautas norteamericanos Neil Armstrong y Edwin Aldrin, tripulantes del Apolo 11 junto con su compañero Michael Collins, ponían el pie en la Luna el 21 de julio de 1969, apenas 12 años después de la gesta del Sputnik.
Una vez desaparecida la carrera espacial a principios de los años setenta, la astronáutica adoptó unos rumbos menos espectaculares pero mucho más productivos desde el punto de vista científico. Además de convertir en rutinario el lanzamiento de un satélite artificial, en estos últimos años hemos visto avances tan importantes como el envío de sondas automáticas a la inmensa mayoría de los principales cuerpos del Sistema Solar, el desarrollo del transbordador espacial o la construcción de la Estación Espacial Internacional, entre otros logros.
Publicado el 5-11-2008